Los delegados reunidos desde hoy en Bonn, Alemania, para atender la crisis del clima deben pasar del discurso a los hechos y llegar a acuerdos que definan el futuro del actual régimen internacional sobre cambio climático, exigió Greenpeace.
Las reuniones del Órgano Subsidiario de Asistencia Técnica y Tecnológica (SBSTTA 13), del Órgano Subsidiario de Implementación (SBI 13), del Grupo Ad hoc del Protocolo de Kyoto (AWG-KP 8), y del Grupo Ad hoc de Acción a Largo Plazo (AWG-LCA 6), que iniciaron este día en Bonn, Alemania, y que terminarán el 12 de junio, pondrán en la mesa de la discusión los compromisos futuros de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de los países industrializados (Anexo 1), así como el borrador del texto para en el acuerdo de Copenhague, que se discutirá en diciembre de este año; entre los temas más importantes.
En la primera reunión de Bonn, realizada en marzo pasado, las negociaciones se empantanaron debido a la falta de liderazgo de Estados Unidos, Canadá, Japón, Rusia, Australia y Nueva Zelanda, que se han negado a definir el esfuerzo conjunto de reducción de emisiones de los países industrializados, así como a destinar financiamiento a los países en desarrollo para sumarlos a la lucha por la protección del clima. Esto ha mermado la confianza entre los países asistentes.
“En esta segunda ronda de reuniones en Bonn, los gobiernos deben darse cuenta de que el tiempo se acaba y que sólo tienen seis meses para definir el plan de rescate emergente del clima. Las metas de reducción de emisiones que está discutiendo Estados Unidos son inadecuadas y deben definirse de acuerdo con lo que la ciencia señala. La falta de liderazgo de Estados Unidos no puede ser una cortina de humo para que el resto de los países desarrollados, Australia, Japón, Canadá, Nueva Zelanda y Rusia, se escudan y no tomen sus propias medidas para reducir emisiones”, señaló María José Cárdenas, coordinadora de la campaña de clima y energía de Greenpeace México.
Además, los países asistentes deben darse a la tarea de delinear el texto concreto que eventualmente se convertirá en el acuerdo mundial de acción contra el cambio climático a presentarse en la Cumbre del Clima en Copenhague en diciembre próximo.
“Sólo nos quedan 192 días para trabajar de forma conjunta y decidida en un acuerdo que seguramente será uno de los instrumentos más importantes jamás negociado para todo el mundo. Después de más de 20 años de negociaciones internacionales en materia de cambio climático llegamos al punto donde los pequeños esfuerzos dejaron de ser una opción: o los políticos del mundo toman ahora las decisiones para cambiar el rumbo de las emisiones de GEI y que éstas comiencen a descender en los próximos cinco años, o nos arriesgamos a sufrir los efectos irreversibles y catastróficos del cambio climático”, agregó Cárdenas.
Greenpeace está presente en las reuniones de Bonn con un equipo de expertos provenientes de 21 países incluyendo México, para tratar diversos temas relacionados con el clima durante estas dos semanas.
“Sabemos que el trabajo en Alemania será intenso, que los intentos por no llegar a consensos estarán presentes, y que la falta de compromiso reaparecerá, pero estamos decididos a trabajar para que cada palabra y que cada coma plasmada en los textos discutidos vayan en el camino para lograr el acuerdo que se requiere para salvaguardar el futuro del planeta frente al cambio climático”, señaló Cárdenas.
Como parte del acuerdo de Copenhague, Greenpeace exige que:
* Las emisiones globales alcancen su punto de inflexión para el 2015 y desciendan drásticamente hasta acercase lo más posible a cero en 2050.
* Los países industrializados, como grupo, reduzcan sus emisiones en al menos 40 por ciento para 2020 en comparación con los niveles de 1990.
* Al menos tres cuartas partes de dichas reducciones deberán de provenir de acciones locales.
* Los países en desarrollo reduzcan paulatinamente el aumento de sus emisiones proyectadas en 15 a 30 por ciento para 2020, con ayuda de los países industrializados.
* Se establezca un mecanismo de financiamiento para detener la deforestación y las emisiones asociadas en todos los países en desarrollo para 2020, y alcanzar la cero deforestación áreas clave como el Amazonas, la selva tropical de la cuenca del Congo y los Bosques Paraíso de Indonesia y Papúa Nueva Guinea, para 2015.
* Asimismo, dicho mecanismo financiará medidas de adaptación urgentes, así como impulsará una revolución energética a través de la investigación y la transición hacia tecnologías limpias.
— Greenpeace
lunes, 1 de junio de 2009
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